Una hoja hoy cayó de nuestro árbol familiar.
Un vacío dejará y su espacio allí estará.
¿Señor dime, dónde estás... cuando una hoja tuya cae?
Pues una hoja hoy cayó y mira ahora donde está.
Un hijo tuyo, un buen esposo, fue buen padre y luchador.
Querido abuelo, fue buen hermano, fiel estandarte de tu verdad.
¡Hoy somos muchos los que lloramos y rehusamos la realidad!
Mira Señor los corazones, restaura el alma, tráenos paz.
Una hoja hoy cayó de nuestro árbol familiar.
Un vacío dejará y su espacio allí estará.
¿Señor sabes...?; yo sé dónde tú estás... cuando una hoja tuya cae.
Escribiendo estás su nombre en los archivos de la eternidad.
Y al lado de este dice: “comprado con mi sangre y te amo con intensidad.”
¿Señor sabes...?; yo sé dónde tú estás... cuando una hoja tuya cae.
Su libro acabas de cerrar pero no por mucho tiempo
pues con paciencia esperarás por aquel glorioso día cuando entonces tú dirás:
“Pablo, levántate, conmigo hoy te irás y tu recompensa recibirás.”
Una hoja hoy cayó de nuestro árbol familiar.
Un vacío dejará y su espacio allí estará...
Pero con amor todos los tuyos siempre le recordarán.