Capítulo 2

 

Filosofía De La Música De La Iglesia Adventista Del Séptimo Día
  Orientación Hacia Una Filosofía Adventista De La Música
La Música Religiosa  
  La Música en el Culto
  La Música en el Evangelismo
  La Música en el Evangelismo Juvenil
  La Música en el Hogar
  La Música en la Escuela
La Música Secular  

 

 

 

 

Filosofía De La Música De La Iglesia Adventista Del Séptimo Día

  La filosofía adventista de la música, al igual que toda otra filosofía, tiene como objetivo trazar pautas que ayuden a fortalecer o modificar nuestros conceptos y valores respecto del mundo de la música.   Además, define y limita lo que oímosy creemos, máxime si se reconoce que el amplio espectro de la filosofía incluye al conjunto de principios conductores y reguladores de la conducta humana.

    El miembro de iglesia, y la iglesia en general, deben seguir estas pautas con relación a la música en sus actividades de culto y adoración a Dios, al igual que en las de carácter secular.

    A continuación se presenta el documento oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en cuanto a la Filosofía Adventista del Séptimo Día en cuanto a la FilosofíaAdventista de la Música, votado en el concilio otoñal celebrado en la ciudad de México en 1972.

 

Orientación Hacia Una Filosofía Adventista de la Música

    La Iglesia Adventista del Séptimo Día surgió en cumplimiento de la profecía para ser un instrumento de Dios en la proclamación de las buenas nuevas de salvación a todo el mundo, por fe en el sacrificio expiatorio del Hijo de Dios y la obediencia a sus mandamientos, como preparación para el regreso del Señor.  La vida de aquellos que aceptaron esta responsabilidad debe ser tan peculiar como el mensaje que predican.  Esto significa, una CONFORMIDAD TOTAL de cada miembro con los ideales y objetivos de la iglesia.  Una acititud tal afectará todas las actividades de la iglesia e influenciará, sin duda, en el tipo de músicaempleado por la iglesia en su propósito de cumplir el cometido señalado por Dios.

    La música es uno de los mayores dones que Dios ha dado al hombre y es uno de los elementos más importantes en las actividades espirituales.  Sirve de vía de comunicación con Dios y "es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual" (La Educación, pág. 168).   Siendo que ejerce influencia sobre asuntos de consecuencias eternas, es importante tener en cuenta el tremendo poder de la música.  La misma eleva o degrada, y se la puede emplear tanto para bien como para mal.  "Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas, para avivar el pensamiento y despertar simpatía;  para promover la armonía de acción y desvanecer la melancolía y los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo" (Ibíd).

    Por lo tanto, los encargados de escoger la música para los fines especiales de nuestra iglesia deben ejercer sumo cuidado y discriminación en la selección y el uso de la misma.  Pero para alcanzar este ideal, se necesita más que sabiduría humana, y si nos dejamos guiar por la revelación, encontramos los siguientes principios generales.

La música debe:

1.    Glorificar a Dios, y ayudarnos a rendirle un culto aceptable (1 Cor. 10:31).

2.    Ennoblecer, elevar y purificar los pensamientos del cristiano (Fil. 4:8). [Patriarcas y Profetas, pág. 645]

3.    Ayudar al cristiano a desarrollar un carácter semejante al de Cristo, e inspirar a otros a hacer lo mismo (Mensajes Selectos, tomo 2, págs. 64, 65, 1977).

4.    Tener una letra que esté de acuerdo con las enseñanzas bíblicas de la iglesia.  (Review an Herald, junio, 1912).

5.    Revelar armonía entre el mensaje que encierran las palabras y la melodía, sin combinar lo sagrado con lo profano.

6.   Evitar los efectos teatrales y el egoexhibicionismo (Review and Herald, 30 de noviembre de 1990; Evangelismo, pág 105, 1978).

7.    Dar prioridad al mensaje que contiene, y no eclipsarlo con los elementos del acompañmiento musical (La voz: su educación y su uso correcto, págs 464, 465).

8.    Mantener un equilibrio juicioso de las fases emocionales e intelectuales (Review and Herald, 14 de noviembre, 1899; Evangelismo, pág 370; 1 Cor. 14:15).

9.    Relievar los conceptos dignos de consideracióncon el fin de alcanzar a la gente donde se encuentra (Testimonies, tomo 9, pág. 143;  Evangelismo, pág. 105).

10.    Ser apropiada para la ocasión, el lugar y los oyentes (Evangelismo, pág 370).

    La música de los grupos étnicos y regionales, tiene mucho de espiritual, y contiene un valor cuasi religioso;  sin embargo, los gustos y las prácticas de la diversidad deben estar de acuerdo con el valor universal del carácter de Cristo, y todos deben esforzarse por alcanzar la unidad de espíritu y propósito del evangelio, que no necesariamente implica uniformidad.  Debe ejercerse cuidado para no confundir los valores mundanos de la música, con aquellos que enaltecen los ideales de la fe cristiana.

    Los principios expuestos servirán de guía efectiva en la selección y el empleo de la música para las distintas actividades de la iglesia.  Ciertos tipos de música como el "jazz", "rock", y otras formas musicales, se consideran incompatibles con los principios enunciados.

   Las personas encargadas de dirigir o interpretar el vasto repertorio de la música en la iglesia, ya sea como dirigentes o participantes, encontrarán pocos problemas si toman en cuenta estos principios.  Sin embargo, existen fases más complicadas que requieren una cosideración más detallada de los factores involucrados, que presentaremos a continuación.

 

La Música Religiosa

   La adoración debiera ser la actividad primordial y suprema de los seres humanos.  El propósito más elevado del hombre consiste en glorificar a Dios.   Al presentarse los adoradores en la casa de Dios, para ofrecer un sacrificio de alabanza, deben emplear la mejor música posible.

    Es necesario planear cuidadosamente cada número musical del programa, de modo que la congregación se sienta inducida a participar, en vez de limitarse a escuchar.

    Los himnos que se usen en el culto deben dirigirse a Dios, dando énfasis a la alabanza, y usando las grandes creaciones de la tradición cristiana.  Deberán tener melodía apropiada y una letra de alto valor literario.  El pastor debe interesarse en forma especial por mejorar la calidad y el fervor del canto congregacional.

    "Rara vez debe recurrirse al canto de unos pocos" (Mensajes para los jóvenes, págs. 291, 292).  La experiencia cristiana se enriquece inmensurablemente cuando se aprenden y cantan nuevos himnos.

   Si se cuenta con un coro, la calidad del culto se elevará con los himnos llenos de significado, las composiciones de los grandes maestros del pasado y del presente interpretados por personas consagradas y bien capacitadas.

   Incluso, la música instrumental para órgano y piano, debe armonizar con el elevado propósito de la adoración.  Conviene acudir a las mejores fuentes disponibles para seleccionarla, y tomar en cuenta la habilidad del ejecutante.

    El encargado de tocar el instrumento acompañante del canto congregacional, tiene la gran responsabilidad de colaborar en el marco de las normas más elevadas, ya sea en los preludios, responsos, números especial u otras ejecuciones musicales, ya que ocupa una posición singular que le permite elevar la naturaleza de la música que se interpreta en la iglesia.  Si el programa incluye un solo vocal u otro número especial, conviene dar preferencia a las composiciones basadas en pasajes bíblicos, y asegurarse, igualmente, de las habilidades del intérprete.  Tales piezas deben presentarse para gloria de Dios, y debe evitarse el despliegue de talentos y habilidades vocales.  El propósito primordial debe ser la presentación del mensaje.

La Música en el Evangelismo

 

   La música que se usa en el evangelismo puede incluir la evangélica, o la de testificación; pero no deben rebajarse los altos principios de dignidad y excelencia, características de nuestro mensaje en la preparación del pueblo para la segunda venida de Cristo.

 

La Música Seleccionada debe:

1.    Dirigir la atención de los oyentes a Jesús, como el Camino, la Verdad y la Vida.

2.    Preparar el ambiente para la presentación del mensaje de la Palabra de Dios, o reforzar la apelación para lograr la reacción correspondiente de los oyentes.

3.    Ser presentada por personas cuya vida esté en armonía con el mensaje.

4.    Servir como medio eficaz para grabar profundamente las verdades bíblicas en el corazón, que producirán un cambio de vida favorable.

5.    Ser cuidadosamente preparada y presentada de una manera sencilla.

6.    Ser oportuna y melodiosa.

7.    Preparar el marco para la predicación de la Palabra de Dios, tanto en el énfasis como en el tiempo que ocupa.

8.    Apelar en forma equilibrada a la emoción y al intelecto, y no solamente cautivar los sentidos.

9.    Ser comprensible y significativa para la mayor parte de los oyentes, tanto en estilo como en contenido.

 

La Música en el Evangelismo Juvenil

   Las sugerencias precedentes son aplicables, en su mayoría, al evangelismo juvenil.  Sin embargo, conviene considerar ciertos aspectos específicos de esta área.

Ritmo

    Los jóvenes tienden a identificarse estrechamente con la música contemporánea de la así llamada cultura juvenil.  Movidos por el deseo de alcanzar a otros jóvenes, usan a veces modismos musicales de dudosa naturaleza.  De todos ellos, el ritmo es el elemento que más problemas ocasiona, pues produce la más notoria reacción física.   A menudo, Satanás logra sus propósitos apelando a la naturaleza carnal del ser humano.  Al reconocer el peligro que esto representa para los jóvenes, la Señora White, escribió lo siguiente: "Tienen un oído vivo para la música, y Satanás sabe a cuáles órganos excitar, animar, envolver, y encantar a la mente de tal manera que no sienta deseo por Cristo.  Faltan los deseos espirituales del alma por el conocimiento divino y por el crecimiento en la gracia" (Testimonies, tomo 4, pág. 497).

    Esto demuestra cómo la música puede emplearse para oponerse al plan divino.  Los tipos de música mencionados anteriormente, el jazz, rock y otros similares, se caracterizan por su poder para producir una reacción sensual en las multitudes.

   Por otra parte, existen modismos y expresiones de la música folclórica en algunos países que han sido aceptados como una rama genuina de la música;   algunos de los cuales se consideran apropiados para expresar la experiencia cristiana.  Otros, que pueden encontrar aceptación en una atmósfera secular, no serían apropiados para ensalzar el nombre del SalvadorY existen aún otros modismos que no tendrían cabida en absoluto en la experiencia cristiana.   Por lo tanto, las características de la música folclóricadeben evaluarse de acuerdo con los principios aplicados a los otros tipos de música presentados en este documento.

    "El ideal que Dios tiene para sus hijos está por encima del alcance del más elevado pensamiento humano" (La Educación, pág 18).  Los jóvenes que aspiren alcanzar este alto ideal, y que dirigen testimonios juveniles, hallarán orientación en el estudio de la música, la oración y la ayuda del Espíritu Santo.

    Además del problema del ritmo, existen otros factores que afectan la fase espiritual de la música.

 

Variaciones de la Voz

   Se debe evitar el uso de tonalidades estridentes, peculiares del rock, como la sugestión, sentimentalismo, susurro, suspiros y otras distorsiones de la voz, estilo exagerado que caracteriza a los cantantes populares.

 

Uso de la Armonía

   Se debe evitar toda música que contenga una sucesión exagerada de acordes.  Estos, si se usan moderadamente, causan un efecto agradable, pero cuando se usan de un modo excesivo, distraen el verdadero poder espiritual del mensaje.

Presentación Visual

   Se debe eliminar todo lo que llame la atención hacia el intérprete, como gestos, movimientos innecesarios e indumentaria inapropiada.

 

Amplificación

   Se debe ejercer gran cuidado para evitar la amplificación exagerada de la voz o del instrumento.  Si se utilizan altoparlantes debe tenerse en cuenta la sensibilidad tanto de los intérpretes como de los oyentes.  Se debe tener cuidado en la selección de instrumentos musicales que requieren amplificación.

 

Ejecución

    El objetivo primordial de toda música sagrada es exaltar el nombre de Cristo, jamás glorificar al intérprete o entretener al auditorio.

 

La Música en el Hogar

1.  El estudio y la apreciación de la música deben comenzar en los primeros años de la niñez, mediante:

     a.     La introducción de los grandes himnos y cantos evangélicos que aprenden en el ambiente informal y feliz del culto familiar.

     b.     Los hábitos correctos que se adquieren al seleccionar cuidadosamente la música que se escucha en el hogar a través del equipo audiovisual.

     c.     La asistencia regular, con los miembros de la familia, a conciertos dentros de las normas mencionadas en este documento.

     d.     El buen ejemplo e influencia de los padres.

2.  Se debe fomentar el canto y la formación de conjuntos musicales en el círculo familiar.

3.  Animar a los miembros de la familia a componer poemas y canciones.

4.  Conviene mantener en el hogar una colección de poemas y canciones.

5.  Evitar, particularmente, todo lo vulgar, seductor, inmoral o poco refinado, y que pueda identificarse con la corriente grosera, ya que reconocemos que Satanás está empeñado en una batalla para conquistar la mente.  El puede operar cambios impercetipbles en ella, alternando conceptos y valores de lo bueno y lo malo.  Por lo tanto, se debe tener sumo cuidado en selccionar la música que se escucha por la radio y la televisión.

 

La Música en la Escuela

1.  Al preparar números musicales par las actividades religiosas, los maestros y dirigentes de nuestras escuelas deben colaborar con los estudiantes, a fin de mantener en alto las normas de la iglesia, en lo que respecta a la música.

2.  Los grupos que van a diferentes lugares para testificar mediante la música religiosa o presentar música folclórica, deben recibir orientación de los profesores de música o de personas asignadas por la administración.

3.  Los encargados de las radioemisoras en las instituciones educativas adventistas, o los que tienen la responsabilidad de seleccionar la música sagrada que se toca a través de sistemas electrónicos en nuestras instituciones, deben ejercer un criterio que armonice con los conceptos expuestos en este documento.

4.  Los profesores de música procuren enseñar, tanto en las clases privadas como al organizar conjuntos musicales, sólo composiciones que se puedan presentar en la iglesia y en las actividades dedicadas a la gananca de almas.

5.  Uno de los propósitos primordiales de los cursos de apreciación musical en nuestras escuelas es ayudar a hacer una sabia evaluación, de acuerdo con las enseñanzas divinas; por lo tanto, conviene que los profesores de dicha clase (en todos los niveles educativos) ofrezcan orientación que contribuya a este fin.

6.  Tanto la asociación / misión, como la iglesia local, deben procurar eliminar la brecha cultural. Con tal fin, se debe utlizar al personal capacitado de nuestras escuelas para impartir instrucción musical, y orientar las actividades destinadas a promover los elevados ideales del culto.

7.  Toda música que se presente en las institucones educativas adventistas, debe estar de acuerdo con las normas de la iglesia.  Esto se aplica tanto a la música presentada por los miembros de la institución, como por los artistas invitados.

 

La Música Secular

  La música "debidamente empleada, es un precioso don de Dios, destinado a elevar los pensamientos hacia temas más nobles, y a inspirar y elevar el alma" (La Educación, pág 167).

  El estilo de vida de los adventistas de séptimo día requiere que cada cristiano realice una cuidadosa discriminación responsable al seleccionar música secular con fines personales o para presentar en público.

Toda música deberá evaluarse a la luz de las instrucciones dadas en Filipenses 4:8 : "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad".  También debe tenerse presente la advertencia dada por la Señora White en Testimonies for the Church, tomo 1 pág. 497: "Me fué revelado que los jóvenes deben tomar una posición más elevada, y hacer de la Palabra de Dios su guía y consejera.  Sobre los jóvenes descansan solemnes responsabilidades que ellos consideran con liviandad.   La introducción de música en sus hogares, en lugar de instarlos a la santidad y a la espiritualidad, ha sido el medio para apartar sus mentes de la verdad.  Los cantos frívolos, y las piezas musicales populares y de moda, parecen agradar su gusto.  Los instrumentos de música han tomado tiempo que debiera haberse dedicado a la oración.   La música, cuando no se abusa de ella, es una gran bendición;  pero cuando se le emplea mal, es una maldición terrible".

  El cristiano no cantará canciones que sean incompatibles con las normas de la verdad, honestidad y pureza.   Tratará de evitar todo aquello que haga parecer lo malo como algo deseable, y lo bueno como trivial.  Tratará de evitar las composiciones con letra trillada, poesía de mala calidad, todo aquello que carezca de sentido, que conlleve un sentimentalismo enfermizo o frivolidad, y que se desvía de los consejos y enseñanzas de las Escrituras y el espíritu de profecía.

  El crisitano también considerará los estilos musicales como el "jazz", "rock", "blues" y otros similares, descalificados para el desarrollo del carácter, porque despiertan pensamientos impuros e inducen a una conducta reprochable.  Este clase de música está estrechamente relacionada con la tendencia desenfrenada de nuestra sociedad contemporánea.  Las distorsiones del ritmo, la melodía y la armonía que caracterizan a estos estilos musicales, y el uso excesivo de la amplificación, enervan la sensibilidad, y eventualmente destruyen el gusto por lo bueno y santo.

  Se debe tener sumo cuidado al emplear tonalidades seculares con letra de carácter sagrado, puesto que la melodía profana eclipsa el mensaje de las palabras.   Aún más, al seleccionar música secular que no pertenezca a la categorías mencionadas, ya sea para escuchar o ejecutar, el cristiano consciente la evaluará de acuerdo con los principios presentados en este documento.

  El verdadero cristiano dará un buen testimonio al seleccionar sabiamente el tipo de música secular para las actividades sociales;  mediante la búsqueda diligente y una cuidadosa selección,  encontrará la clase de música apropiada para sus compromisos sociales que, a la vez, armonice con los principios cristianos.

  "Debe haber una relación viviente con Dios mediante la oración, una relación viva con Dios en cánticos de alabanza y agradecimiento" (Carta No. 96, 1898, Evangelismo, pág 363)

 

   

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